¡Bien, último paso! Este paso es bastante sencillo, su algoritmo consta solo de 4 pasos.
El problema acá es que no sabremos si nos equivocamos sino hasta completarlo, ya que a medida que vamos orientando los vértices vemos que el cubo se desarma (es desesperante), pero finalmente se acomoda.
Primero veremos si alguno de los 4 vértices no está ya orientado del paso anterior y tomaremos este como referencia (giramos todo el cubo) poniéndolo con el vértice apuntándonos y hacia la derecha. Ahora giramos solo la cara de arriba (Ar) en sentido antihorario (i) y procedemos con el primer vértice desorientado, una vez que lo conseguimos repetimos el paso anterior: Ari.
Es posible que para orientar el vértice debamos repetir el algoritmo hasta 4 veces inclusive, así que no te desesperes y tené mucha paciencia, ya que los errores a esta altura son fatales. Bueno, acá va el algoritmo: